Estoy atrasada con la cena, las tareas de limpieza, el Bebé que no para de llorar, que la mascota quiere salir, mis clases de Inglés, sin tiempo para revisar mi Facebook, ir al Banco a pagar las cuentas. Y ahora suena el teléfono... ¿Quién será?

Siempre habrá un tiempo para ti, porque levantas mi ánimo y me provocas algunas sonrisas en medio del caos.

¿Qué más se puede pedir en una amiga?